Si hay un club bien argentino ese es Racing Club de Avellaneda. No sólo por sus colores, si no que, como dice el tema de la Bersuit, puede ser lo mejor y lo peor a la vez.
Con un poquito de memoria recordarás que hace unos meses, la Acadé luchaba por sobrevivir deportivamente. Y si hacés un poco de memoria, luchaba por su vida institucional.
Pero hoy y gracias al esfuerzo de su gente viene armándose. Lentamente, claro, qué esperás? Fueron muchos años de pésimo manejo y para empeorarla vino un vergonzozo gerenciamiento. Con aciertos y virtudes esta nueva conducción comienza a ver algunos frutos. Sponsors contentos y trabajando codo a codo, inversionistas que apuestan al equipo y más colaboradores que se acercan en busca de un sentido de pertenencia.
Hace varias semanas me enteré de un hecho muy interesante y motivador para todos los clubes que es muy probable que a partir de mañana comience a tomar relevancia en los medios. El club Deportivo de Quito compró el konw how de lo ralizado por el área en cuestión.
Vale la pena difundir estas noticias. Ojalá los dirigentes de los distintos equipos se den cuenta que hacer las cosas bien tiene todo tipo de beneficios y siempre impactan positivamente en los económicos.
Clap, clap, clap para Racing y su departamento de marketing a cargo de Pablo Rohde.
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