viernes, 9 de septiembre de 2011

El botín del milagro


La historia de los tapones en los botines, por Matías Rodriguez, blogger de Seamos Buenos Entre Nosotros y Fobal2000.

En 1954 Alemania, dividida después de la Segunda Guerra Mundial, llegó a la Copa del Mundo de Suiza con un equipo de jugadores de la, en ese entonces, incipiente Bundelisga. La favorita a quedarse con la copa era la Hungría de Puskas.

Alemania compartió grupo con Hungría e incluso perdió 8 a 3. Después de la goleada en contra los alemanes que se acercaron a Suiza pidieron la destitución del entrenador Sepp Herberger para que se haga cargo su ayudante, sin embargo el bueno de Sepp logró atornillarse (?) al banco y contra todos los pronósticos llevó a su selección a la final.

En Berna se volvieron a ver las caras con Hungría, que rápidamente se puso dos a cero, sin embargo en el entretiempo la lluvia que se desató en el estadio le recordó al utilero una charla que había tenido con Adi Dassler, dueño de una panadería y fundador de Adidas que le había hecho llegar, para cada jugador, un par de botines que se adaptaban a cualquier suelo y condición climática.

Así Alemania se llevó puesto a Hungría en el segundo tiempo. Mientras Puskas y compañía se revolcaban en el piso cada vez que se patinaban por el barro del estadio, los alemanes dieron vuelta el resultado y se quedaron con el Mundial dando lugar a una hazaña que es conocida como el milagro de Berna. Adi Dassler en 1954 también fue campeón, dejó la panadería y Adidas se convirtió en la marca de indumentaria deportiva más reconocida del mundo. 

Impossible is nothing:



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